MLS EDUCATIONAL RESEARCH

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ISSN: 2603-5820

Educational Research Journal 2017, Vol 2 n. 1;

DOI: 10.29314/mlser.v2i1.54

LA ACTUALIDAD DE LA PERSPECTIVA FRANKFURTIANA PARA LOS DESAFÍOS DE LA EDUCACIÓN INCLUSIVA PARA UN MUNDO ECUÁNIME

Victor Hugo Oliveira Pinto

Universidade Federal Fluminense (Brasil)
Fecha de recepción: 09/04/2018 / Fecha de revisión: 09/05/2018 / Fecha de aceptación: 31/05/2018

Resumen.

El presente artículo aborda el análisis de los teóricos de Frankfurtrt, especialmente Adorno, Marcuse, Walter Benjamin y Horkheimer, y su actualidad en relación a la educación. La motivación, ante un mundo en que ascienden valores de extrema derecha y fundamentalismos religiosos, este escenario motiva a cuestionar cuál es el papel que la educación realiza para combatir extremismos e intolerancias. Ámbito de pertinencia. Este artículo está directamente relacionado con la filosofía de la educación. Justificación y relevancia. Se justifica este tema por tratar de aspectos teleológicos de la función de la educación. En el sentido de problematizar el carácter teleológico de la educación a partir de conceptos filosóficos que buscan la autonomía del sujeto en lugar de sólo adecuarlo a lo que está puesto. Como metodología recurre a los estudios bibliográficos y reflexiones críticas sobre la educación y su carácter político en la construcción de una conciencia social emancipada de valores que legitiman opresión. Resultado y discusión. Se realizó un estudio sobre teoría crítica de Adorno, Horkheimer, Benjamin, Habermas y Marcuse como aportes para la construcción de una educación que además de buscar la inclusión, busque también ser un instrumento político de combate a los valores de prejuicios, que hoy son reavivados con el ascenso de fundamentalismos religiosos, xenofobia y ascensión de la extrema derecha. Conclusión. Se concluye que la escuela tiene una finalidad política de educar para un mundo de solidaridad y respeto por las diferencias.

Palabras clave: Educación,Inclusión, Ciudadanía, Diversidad, Equidad.

Introducción

El mundo contemporáneo se revela dudoso y extremadamente fluido en relación a sus valores, la posmodernidad está marcada por la liquidez de todos los cimientos éticos y morales que sostenían la sociedad de este período (Bauman, 2007, 2001). En este sentido, se percibe que la sociedad contemporánea está marcada por la atomización de individuos a través de idearios hipermodernos (Charles, Lipovetsky, 2004) que hace que las personas pierdan su capacidad de narrativa. Según afirma Benjamin (1987) la historia no se constituye como una línea recta y etapista para el progreso, la historia, a menudo presenta retrocesos. En un mundo en que la tecnología superó de lejos las antiguas mega-construcciones, los inventos tecnológicos que tardaron siglos para ser consolidados, ahora se hacen en plazos cortos, con meses de intervalo (Engels, Marx,2008) se percibe retrocesos humanos.

El mundo contemporáneo está marcado por el ascenso de grandes tecnologías de información, contradictoriamente a ello, un levantamiento de movimientos de extrema derecha y ultraconservadores ascienden en el mundo, sea por la toma del poder por los fascistas en Ucrania en 2014, sea por la ascensión de la extrema derecha en los Estados Unidos e incluso por la bancada evangélica en Brasil que busca sustituir la ética constitucional por la moral bíblica. Ante hechos históricos, se constata que el desarrollo tecnológico no representa necesariamente el progreso humano. Con base en este análisis de Benjamin, se busca comprender el fenómeno de la alienación en educación a partir de la evidencia de un mecanismo de enseñanza tecnicista y palabrario. Veinte y ocho años después de la Conferencia Mundial de Educación para Todos, celebrada en Jontien en 1990 por la UNESCO; el mundo sigue encontrándose con grandes índices de analfabetismo. Según el CIA World Factbook, cerca del 76% de los 789 millones de analfabetos en el mundo se concentran en diez países (en orden decreciente: India, China, Pakistán, Bangladesh, Nigeria, Etiopía, Egipto, Brasil, Indonesia y la República Democrática del Congo). Las mujeres representan tres cuartos de todos los analfabetos adultos en el mundo. Las tasas extremadamente bajas de alfabetización se concentran en tres regiones: Asia Meridional, Asia Occidental y África subsahariana. En estos mismos países ascienden dictaduras y regímenes fundamentalistas (teocracias). No muy lejos, en Europa, sigue sucediendo lo mismo, a pesar de que las tasas de analfabetismo son bajas o casi nulas, también se percibe el ascenso de movimientos anti-inmigración, xenofóbicos y declaradamente racistas como fue el caso de las marchas neonazis en el año de 2017, los extremistas fueron a las calles de Berlín para homenajear a Hitler.

Ante el contexto contemporáneo, se cuestiona:

¿La tecnología garantizó el desarrollo humano y el ascenso de valores de solidaridad, equidad y altruismo?

¿La educación formatea o forma a personas para reproducir determinados sistemas de valores?

A pesar de los esfuerzos de la educación por la construcción ciudadana de las personas, eso no garantizó que valores extremistas ganarán corazones y mentes y vinieran a disputar hegemonía en la sociedad contemporánea. Por estas razones, se puede afirmar que valores homofóbicos, racistas y xenofóbicos continúan ganando hegemonía. En vista de este contexto sociopolítico, se reafirma la actualidad de la educación como un instrumento esencial para el alcance del respeto a la diversidad y como elemento esencial para combatir los valores de discriminación y opresión (Adorno, 2012).

Método

El método y técnica de investigación utilizada por esta investigación consisten en el análisis bibliográfico de filósofos que buscaron comprender críticamente el papel político de la escuela en la emancipación de preconceptos a través de una enseñanza que tenga como principio la educación para la diversidad. Por esta razón, el presente artículo busca respuestas en los teóricos de la Escuela de Frankfurt, en especial Adorno (2012) y Marcuse (1968), por realizar diversas reflexiones sobre el papel de la educación en un mundo en el que las promesas de la modernidad de un futuro de futuro "Esclarecimiento, progreso y prosperidad" fallaron (Bauman, 1998). Esta investigación parte de la motivación de comprender la actualidad de las teorías de la escuela de Frankfurt sobre la educación, ya que el mundo contemporáneo permanece marcado por el avance de fundamentalismos religiosos, conflictos étnicos y extremismos.

Ante el avance de fundamentalismos y de escenarios de barbarie, autores como Adorno, Marcuse y Benjamin afirman que la educación tiene la función política de evitar que los valores que justifican la barbarie se diseminen. A partir de este presupuesto, el artículo busca elucidar la actualidad de las reflexiones sobre la función política de la educación en el combate a los prejuicios y fundamentalismos a través del análisis crítico del escenario político, socioeconómico y cultural de la contemporaneidad traído por autores contemporáneos como Žižek, Bauman, Debord y Lipovetsky. Se justifica la elección de estos autores por tratar de la superficialización de las relaciones humanas y de la atomización de las personas como elemento que posibilita el avance de extremismos. Con base en las reflexiones críticas traídas por estos autores, la investigación analiza críticamente el papel y la función que la escuela viene desempeñando como instrumento de reproducción de las relaciones de poder que legitiman y justifican las desigualdades sociales, pero también apunta la escuela como un espacio que necesita asumir una función política de promover la emancipación a través de la educación para la diversidad y el respeto mutuo como garantía de evitar el fundamentalismo. La investigación tiene como ámbito de pertinencia el análisis filosófico, histórico, y político-social de este tema.

El enfoque multifacético parte de varios prismas de analogía (político, filosófico, cultural, socioeconómico y etc.) y se caracteriza como una investigación cualitativa y que busca elucidar la actualidad de la teoría crítica de la Escuela Frankfurt para una educación emancipatoria a través de este análisis diversificado sobre el asunto.

Justificación y relevancia

En la medida en que la escuela es el primer espacio público que las personas acceden y construyen narrativas e interactúan con otras, es necesario comprender que:

La escuela es una agencia importante en la constitución de quienes somos y sus discursos pueden legitimar otros sentidos sobre quién podemos ser al presentar otras narrativas para la vida social menos limitadas / aprisionadoras y más creativas para nuestras historias, orientadas por un sentido de justicia social. Esto es especialmente importante si pensamos que la escuela es uno de los primeros espacios públicos a los que los niños / jóvenes tienen acceso, que puede contemplar alternativas a los sentidos del mundo privado de la familia o de otras instituciones (de la iglesia, por ejemplo) sobre quién pueden ser (Lopes, 2008, p.134).

Con base en este tipo de argumento, se vuelve relevante reflexionar sobre el carácter de la educación, ya que es un instrumento importante que ayuda en la formación de subjetividades. Por lo tanto, cabe preguntarse:

¿Cómo la educación ha contribuido a la emancipación (al distanciamiento de los prejuicios) y construcción del empoderamiento de las personas?

¿Puede la educación contribuir a la emancipación política y social de los individuos? ¿De qué manera este proceso es realizado por las instituciones de enseñanza?

Justamente por problematizar este carácter sociopolítico de la educación es que esta investigación se vuelve justificable, pues la educación no es sólo un tipo de transmisión de contenidos, pues la alteridad y los valores extracurriculares también son fundamentales para constituir la propia educación y sus finalidades, pues la educación también es construida por personas que están constituidas por valores, ideas y percepción de vida y mundo. Reflexionar sobre los valores que se construyen dentro de las escuelas y su perspectiva teleológica es relevante y justificable para contribuir a una reflexión crítica, dialógica sobre el papel de la educación en la constitución de los sujetos y su papel en la construcción de la sociedad.

Resultado y discusión: La condición humana, existencia y condicionamiento.

Los resultados tratados en esta sesión se lograron a partir de la lectura y análisis crítico del tema de la relación entre la educación, el papel desempeñado por el espacio escolar en el mantenimiento y conservación de las relaciones desiguales de poder a partir del análisis filosófico traído por Bauman y la problematización de la condición humana como un punto de partida para la comprensión del fenómeno de alienación presente en la posmodernidad. Este análisis se refiere en la discusión filosófica sobre los aspectos culturales y políticos de la contemporaneidad, el mantenimiento de las desigualdades a partir de mecanismos que mantienen y reproducen los aspectos doctrinales de una educación para adecuar al sujeto a la dinámica de los medios de producción y búsqueda de alternativas emancipatorias a través de una educación contra la barbarie (Adorno, 2012).

Es necesario comprender la condición humana a partir de la percepción existencial en que la naturaleza humana pasa a ser pensada a la idea de que existe una naturaleza humana, sin embargo, esta naturaleza "no es más una naturaleza autoconfiante, sino una condición amedrentada, insegura y desamparada" (Sartre, 2014, p.56). Es la percepción de esta condición que consolida lo que se concibe como posmodernidad o contemporaneidad: la liquidez de valores y cimientos que constituyeron la sociedad moderna en que:

“Mercados sin fronteras" es una receta para la injusticia y el nuevo desorden mundial en que la conocida fórmula de Clausewitz ha sido revertida, de modo que es el turno de la política ser una continuación de la guerra por otros medios. La desregulación, que resulta en la anarquía planetaria, y la violencia armada se alimentan mutuamente, así como se refuerzan y se revigorizan mutuamente. Como dice otra advertencia de la sabiduría antigua, inter arma silente leges (cuando las armas hablan, las leyes silencian) (Bauman, 2007, p.14).

Sin embargo, no es sólo por la coerción que se sustenta el sistema de desigualdades sociales y toda la meritocracia que lo legitima, existe todo un aparato ideológico y doctrinal presente en las microrrelaciones que construyen consensos en relación al mantenimiento y convención en relación a la naturalización de los procesos de integración la adecuación, la castración y la segregación que sostienen la desigualdad a través de discursos meritocráticos, falseados por liberalismos sociales y lemas de "igualdad", "libertad" y "fraternidad" ya que personas materialmente desiguales no serán iguales en oportunidades ni en derechos. La razón es que es tan importante garantizar la existencia de una educación inclusiva y que pueda contribuir a reparar esta desigualdad presente todavía en los días de hoy. Sin embargo, no es un destino o incluso una religión que legitima todo esto, sino las propias ambiciones de poder y expropiaciones generadas por la humanidad que generan las molestias que la humanidad presencia en la contemporaneidad, en otras palabras, la humanidad necesita asumir las consecuencias de sus fallas y buscar aprender a través de su memoria. Sin embargo, en un mundo mediático y repleto de estímulos y propagandas, se percibe que:

Nada facilita más la memorización de las narrativas que aquella sobria concisión que las salva del análisis psicológico. Cuanto mayor es la naturalidad con que el narrador renuncia a las sutilezas psicológicas, más fácilmente la historia se grabará en la memoria del oyente, más completamente ella se asimilará a su propia experiencia y más irresistiblemente cederá a la inclinación de recontarla un día. Este proceso de asimilación se da en capas muy profundas y exige un estado de distensión que se vuelve cada vez más raro (Benjamin, 1987, p.204).

Por estas razones el valor de la experiencia es fundamental para el mantenimiento de la sensibilidad y mecanismo para combatir los procesos de embrutecimiento a partir del valor y reconocimiento de la experiencia como parte integrante y ontológica del ser social (Lukács, 2010, 2012, 2013). A partir del punto de vista estético, el proceso de deshumanización se manifiesta de modo en que "de la irracionalidad general del mundo, se pasa a la representación de la degradación patológica, de la alienación mental como enfermedad derivada de la alienación mental"(Menezes, 2001, p.82), pues:

La crítica marxista aquí, por el extremo opuesto, se toca con la crítica tradicionalista burguesa en la constatación del deterioro del aspecto humano en la producción artística modernista. Un cierto nihilismo de esas obras produce en críticos más tradicionales, ligados a la filosofía, la sensación de deshumanización que se acentúa en la pérdida, en parte, en los romances y en la lírica, del referencial realista. Con la narrativa fragmentaria y con la deformación de la descripción de la realidad por la óptica individual e idioletal del narrador, la tradición descriptiva es abandonada y la línea de la narrativa no se encamina más hacia una conclusión moral, ocurriendo entonces una deformación de la espiritualidad (Menezes, 2001, p.83).

Ante estos datos, se percibe una aceleración en relación al modo en que las personas buscan constituirse y relacionarse, sin embargo, esta aceleración que ha sido responsable del empobrecimiento de la narrativa, de modo que, en el mundo contemporáneo, todo se resumiera a la idea de que "cuanto menos el futuro es previsible, más él necesita ser cambiante, flexible, reactivo, permanentemente listo para cambiar, supermoderno, más moderno que de los tiempos heroicos"(Charles, Lipovetsky, 2004, p.57). Este aspecto se refleja en la educación en la medida en que:

El papel desempeñado por la educación en todas las utopías políticas, a partir de los tiempos antiguos, muestra cuánto parece natural iniciar un nuevo mundo con aquellos que son por nacimiento y por naturaleza nuevos. En lo que se refiere a la política, esto implica obviamente un grave equívoco: en lugar de unirse a sus iguales, asumiendo el esfuerzo de persuasión y corriendo el riesgo del fracaso, hay la intervención dictatorial, basada en la absoluta superioridad del adulto, y el intento de producir lo nuevo como un fait accompli, es decir, como si el nuevo ya existiera (Arendt, 1972, pp.224, 225).

Tal banalización de narrativas y de la experiencia es seguida por la sociedad del espectáculo que impone sutilmente una alienante dictadura de la felicidad que medicaliza la vida, por lo tanto, no sólo los cuerpos, sino que las subjetividades pasan a ser modeladas de acuerdo con alienación al servicio de intereses hegemónicos del mercado (Debord, 2011). Por lo tanto, cabe comprender que este proceso de embrutecimiento legitima el escepticismo ante los grandes cambios, esto implica en naturalizar la indiferencia y la segregación tal como siempre fue impuesto por los colonizadores. Esta aceleración asume sólo el carácter del consumo, pero en el sentido emancipatorio de movimiento, o sea, en sentido de expansión de la autonomía del sujeto, el ser humano pasa a dejar de ser artesano y sujeto de sí para ser sólo un espectador pasivo y conformado con el capital según Fukuyama (1992). De esta manera, el hombre hipermoderno es un hombre vacío de experiencia, pues responde a tantos estímulos que no logra asimilar a todos y comienza a vivir en el automático, donde nada es tan invariable como la gran variedad de cosas, es un hombre alienado y atomizado por ser empobrecido de experiencias y perder el valor de la narrativa y es esto que naturaliza y condiciona su embrutecimiento.

El hombre contemporáneo es un hombre que reproduce el hiperconsumo en su subjetividad y conductas, es un hombre que naturalizó el consumismo y acepta que su libertad y dignidad estén asociadas al consumo, ante eso, el hombre pasa a hacer publicidad de sí y de vivir de una autoafirmación constante, por eso tantos dan tanta importancia al Self, a publicar fotos propias a cada instante en las redes sociales, es como si las personas buscasen en el virtual un sentido para motivarlas a creer en lo real, o sea, las polaridades si han invertido por cuenta del trípode de la condición del sujeto social hoy: producir, reproducir y consumir; ahora las personas parten de lo abstracto a lo concreto y no de los hechos para las ideas. La virtualización del ser humano y su consiguiente atomización genera la depresión y soledad existencial que es completada por la conducta nihilista de los aparatos mediáticos que todo el tiempo induce al consumismo imprudente, pues:

Es lo que hace que todo el trabajo colectivo que tiende a homogeneizar ya banalizar, a "conformar" ya la "despolitizar", etc., que describí, convenga perfectamente, aunque nadie, proporcionalmente hablando, le sea el sujeto, aunque él jamás sea pensado y deseado como tal por quien sea. Es algo que se observa con frecuencia en el mundo social: se ven ocurrir cosas que nadie quiere y que pueden parecer haber sido deseadas ("se hace para"). Es ahí donde la crítica simplista es peligrosa: dispensa todo el trabajo que hay que hacer para comprender fenómenos como el hecho de que, sin que nadie lo haya pretendido realmente, sin que las personas que financian hayan tenido que intervenir tanto, que es el "periódico televisivo", que conviene a todo el mundo, que confirma cosas ya conocidas, y sobre todo que alcanzan intactas las estructuras mentales (Bourdieu, 1997, pp.63, 64).

Así nos volvemos sólo ejecutores de la reproducción de un orden ya que nacimos destinados a cumplir un papel socioeconómico que es de conformarnos a la realidad desigual tal como es y enfocarnos solamente en el éxito individual (Fukuyama, 1992). Reproducimos a través de nuestra producción en favor de la reproducción para el consumo. Este proceso está directamente asociado a un escenario de desintegración de la sociedad moderna y obsolescencia de la industria (Sibilia, 2015). La sociedad pasa a virtualizarse, la idea de propiedad pasa a ser sustituida por el derecho al acceso, nada más es duradero y el hombre pasa a vivir siempre insatisfecho por consumir, siempre una obsolescencia programada, la idea de durabilidad deja de existir a favor de la consagración al hedonismo y al Carpe diem (Charles & Lipovéstrski, 2004), pero la idea de solidez cada vez más fluida y líquida pasa a traer un malestar social, de ahí la reaparición de saudosos de regímenes totalitarios, o fanatismos religiosos, porque es muy difícil el ser humano lidiar con su nueva condición tan cambiante en que:

Como se ve, una relación directa entre las calificaciones de cada componente y la misión del conjunto. Las cualificaciones individuales, su correcta adecuación al papel reservado y el eficiente desempeño de ese papel son elementales, de que una de las características más generales de la Patología Social es la desintegración de los papeles de los componentes del grupo (Rosa, 1978, p.52).

De esta manera, la sociedad contemporánea es una sociedad sin referencias, en favor del inmediato y del consumo hedonista y predatorio. Por estas razones se vive en una era de extremismos y fundamentalismos, pues la idea de narrativa, experiencia e intercambios de valores e ideas, fue sustituida por la virtualización de las relaciones y el sujeto fue transformado en un consumidor y ejecutor de la sociedad de consumo, ello implicó pérdida de sentido de la vida, pues los valores y principios fueron sustituidos por la autoafirmación del status quo.

Medios de producción y su relación con la educación.

Ante la existencia desamparada de sentidos, donde somos nosotros quienes producimos significados a partir de nuestro trabajo (Sartre, 2008), la realidad político-económica es de expropiación en la medida en que el 13% de la población mundial todavía vive en extrema pobreza, 800 millones de personas pasan hambre y 2.400 millones no tienen acceso al saneamiento básico. Los datos constan en el primer informe de los Objetivos del Desarrollo Sostenible lanzado el 19 de julio de 2016. Según el documento, el mundo está apenas en el inicio de su viaje hacia las metas globales, mientras hay desafíos críticos para la conquista de esos objetivos. A partir de estos datos también puede ser percibido que la desigualdad económica está directamente relacionada con la polarización económica mundial entre países considerados con bajo IDH y alta concentración de renta y países considerados con alto IDH y baja concentración de renta. Esta desigualdad es el resultado de todo un proceso en el que:

El hiperconsumo modificó la vida y las relaciones humanas en profundidad. El ánimo de "comprar sin parar" hizo que importantes vectores individuales y colectivos perdieran parcial o totalmente sus sentidos originales y ganaran nuevos sentidos, siempre orientados por el para el consumo de mercancías en cantidad mucho más allá de lo normal y realmente necesario (Colombo, 2010, p.30).

Este escenario de desigualdad se refleja también en los medios de producción, en la medida en que:

En la esfera de la industria, toda la manufactura o toda la fábrica constituye la coordinación comprensiva de una gran propiedad material con numerosas y diferenciadas capacidades intelectuales y competencias técnicas, para el objetivo común de la producción... Donde la legislación mantiene la extensa propiedad agraria, el excedente de una población creciente se arrastra a los talleres; y así, el campo de la industria es donde la mayor parte de la población de los propietarios se aglomera (Marx, 2006, p.89).

El orden político termina sirviendo el orden económico desigual que, a su vez, se refleja tanto en el carácter educativo, pues existe una enseñanza destinada a formar personas aptas para ejercicios de habilidades técnicas y otra enseñanza para personas que ejercer cargos de dirección y gerencia de la sociedad. Actualmente, con la expansión del capitalismo, las relaciones de expropiación se institucionalizan y se transforman en una cultura de conformismo en la medida en que:

Hay una gran inversión implicada en este proceso. Todo el mundo vive en una estructura cultural y social que posee ciertos valores y oportunidades. Esta estructura prescribe costos a ciertos tipos de acción, y beneficios a otros. Pero usted tiene que vivir dentro de ella (Chomsky, 1999, p.125).

Ante un mundo que la atomización es común y "sólo una ley gobierna - la ley del poder" (Camus, 2017, p.61), este gobierno que se quiere y se desea omnipotente emerge a partir del final de la bipolarización del poder y, en consecuencia, el fin de la correlación equilibrada de fuerzas político-económicas, de este modo pasa a:

El someter el principio de soberanía nacional al de la gobernanza universal es un acto que por sí mismo instaura la desigualdad, ya que el mundo se divide en dos grupos de Estados: los que pueden hacer lo que quieran en su territorio y en los demás (los miembros del Consejo de Seguridad que disponen del derecho de veto) y los que, como los pobres de espíritu o los niños de poca edad, son puestos bajo la tutela de los primeros y serán castigados por cualquier transgresión a las reglas (Todorov, 2012, p.72).

Sin embargo, no es sólo a través de la coerción que el sistema financiero mantiene su hegemonía, pues existe todo un aparato educativo que legitima su orden. En este caso, la educación termina siendo un mecanismo de reproducción, adecuación y conformación al orden social y político-económico vigente. Este caso es notorio cuando el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico(OCDE) pasan a dictar las metas que la educación necesita cumplir para alcanzar niveles considerados como "satisfactorios" por los nuevos gerentes de la educación global: el Banco Mundial y la OCDE. En un mundo donde la cualificación de la mano de obra, la especialización y el trabajo técnico-científico pasan a vigilar como estructura estructurante del trabajo, la educación pasa a ser una especie de formadora de esa mano de obra que opera las industrias, fábricas y empresas. Ante estas razones es imperante que la educación pueda contribuir al hecho de que:

Por lo que ya se ha dicho anteriormente, es evidente que la riqueza espiritual verdadera del individuo depende de la riqueza de sus relaciones efectivas. Es sólo de ese modo que los individuos serán liberados de las varias limitaciones nacionales y locales que encuentran, siendo puestos en contacto práctico con la producción (incluso espiritual) del mundo entero, y en condiciones de adquirir la capacidad de usufructuar de las muchas formas de producción del mundo (las creaciones de los hombres) (Engels & Marx, 2006, p.64).

Por lo tanto, la educación necesita traer nuevamente el valor de la experiencia como una posibilidad de emancipación del proceso de naturalización de la enajenación constituido por la sociedad de consumo y del espectáculo (Charles y Lipovétsky, 2004; Debord, 2011).

La experiencia psicosocial, el psicoanálisis social, la actualidad de la percepción crítica y la construcción de una educación para la sensibilidad.

El mundo contemporáneo conquistó un gran avance tecnológico, sin embargo, este progreso tecnológico no garantizó desarrollo humano, ya que el progreso tecnológico no impidió retrocesos humanos y de derechos humanos que continúan ocurriendo, pues "Articular históricamente el pasado no significa conocerlo "como él de hecho fue". Significa apropiarse de una reminiscencia, tal como ella destella en el momento de un peligro" (Benjamin,1987,p.2). Es a partir de esta apropiación que tenemos en la memoria una manera de impedir que errores pasados vuelvan a ser cometidos. En el estado actual el retroceso humano viene siendo formado por cuenta de todo un proceso educativo disciplinario que adecua y format a las personas de manera a reproducir la idea de que:

El ejercicio legal-racional y la obtención de disciplina no dejan de involucrar cierta dosis de fuerza. Esta fuerza, a su vez, puede ser "activa" o institucional (es decir, el ejercicio deliberado de la violencia por agentes sociales, a través de medios e instrumentos adecuados y específicos) y también es "estructural" (es decir, implícita en la situación dada, es decir, presente en la constitución, permanencia y cambio de forma y contenido de las relaciones económicas, sociales, culturales y políticas). El Estado, por lo tanto, pasa a "contener" un "resumen" de la acumulación de fuerza (cuando no de poder en términos de su "naturaleza práctica") y de la centralización de su pre-disposición y efectivo del empleo (Dreifuss, 1993, pp.55, 56).

La experiencia de la sociedad apunta a una estructuración del proceso de singularización en la medida en que "en el actual proceso de singularización exige, sin perder de vista la relación entre la historia de la sociedad y la biografía del actor" (Martuccelli, 2010, p.21). Como resultado de una sociedad compleja y estructurada en un proceso de masificación de la producción y del sujeto se percibe que "como respuesta a esta posibilidad de libertad los moradores del anonimato de la megalópolis, tienen la sensación de impotencia sin precedentes, ya que en el anhelo por esta libertad, los mismos se encuentran por su propia cuenta y riesgo en medio del concreto"(Silva y Tfouni, 2008, p.189). Este proceso de impotencia del sujeto es reafirmado por el hecho de que:

Como sintomática del paso del capitalismo liberal hacia el monopolista la evolución del teléfono hacia la radio: el primero es "liberal", pues permitía que los participantes todavía desempeñan el papel de sujeto. La radio es "democrática", pues transforma a los antiguos interlocutores en meros oyentes, "para entregarlos autoritariamente a los programas de las estaciones". El término "democrático" denota aquí, naturalmente, no el derecho de voz y voto del pueblo, sino el hecho de que los dispositivos tecnológicos empleados por la industria cultural posibilitan la comunicación de masa (Duarte, 2003p.52).

En este sentido, el mantenimiento del proceso de alienación generado por el capitalismo resulta directamente relacionado con el hecho de que "no de una voluntad general de poder o de una voluntad de dominación tecnológica, sino de la estructura inherente de reproducción capitalista, que sólo puede sobrevivir por su expansión incesante" (Žižek, 2012, p.149). Esta expansión del capital que crece sin ningún tipo de resistencia, que equilibra la correlación de fuerzas, ocurre por haber un proceso de naturalización y reproducción de la dinámica de las relaciones sociales en que:

Para aprehender esa naturaleza paraláxica de la violencia, se debe enfocar los cortocircuitos entre diferentes niveles, digamos, entre poder y violencia social: una crisis económica que causa devastación es vivenciada como un poder incontrolable casi natural, pero debería ser vivenciada como violencia (Žižek, 2015, p.234).

En una coyuntura de violencia social combinada con la alienación, se hace necesaria una educación que descondicione al sujeto de la condición alienada, para que el mismo pueda ser capaz de alcanzar la autonomía de reflexión/acción en la sociedad y contexto en que este sujeto vive, de esta manera, el sujeto pasa a ser protagonista de la realidad en vez de ser espectador, pues "el esclarecimiento corroe la injusticia de la antigua desigualdad"(Adorno & Horkheimer, 1985, p.27). Es en este sentido que la teleología educativa necesita considerar que el esclarecimiento comienza a partir de la actuación de una educación en que el problema central consista en "mostrar a los hombres detrás de los objetos anónimos y presentar la posibilidad de victoria del hombre sobre ellos, sin grandes frases y sin optimismos excesivos "(Fischer, 1963, p.237). El anonimato del ser humano y su experiencia existencial solitaria están directamente relacionados con la idea de que:

Los conceptos morales de los tiempos modernos son tallados para reconocer la libertad subjetiva de los individuos. Se fundan, por un lado, en el derecho del individuo de discernir como válido lo que él debe hacer; por otro, se fundan en la exigencia de que cada uno persiga los fines del bienestar particular en consonancia con el bienestar de todos los demás (Habermas, 2002, p.27).

Romper con el proceso de atomización y alienación la educación necesita asumir una función política en relación a la actitud de desbarbarizar se ha convertido en la cuestión más urgente de la educación hoy en día. El problema que se impone en esta medida es saber si por medio de la educación se puede transformar algo de decisivo en relación a la barbarie" (Adorno, 2012, p.155). La cultura de represión y agresividad en que se vive en la contemporaneidad se basa en el hecho de someter la sensorialidad a la razón y lógica de la teleología industrial de manera a dar formato y conformar a los individuos, así, embruteciendo y manteniendo el proceso de alienación y atomización del sujeto a través de la reproducción de las relaciones de poder (Goldberg, 2004). La emancipación y autonomía son constituidos cuando la razón y la sensorialidad dialogan entre sí, formando la capacidad amplia del sujeto reflexionar holísticamente y actuar como protagonista de la realidad, por lo tanto, la educación tiene un papel político en la comprensión de que:

Lo que se busca es la solución de un problema "político": la liberación del hombre de las condiciones existenciales inhumanas. Schiller afirma que, a fin de solucionar el problema político, "tiene que pasar a través de la estética, ya que es la belleza el camino que conduce a la libertad". El impulso lúdico es el vehículo de esa liberación. El impulso no tiene por objetivo jugar "con" algo; antes, es el juego de la propia vida - más allá de las carencias y compulsiones externas - la manifestación de una existencia sin miedo ni ansiedad y así la manifestación de la propia libertad. El hombre sólo es libre cuando está libre de coacciones, externas e internas, físicas y morales – cuando no es reprimido por la ley ni por la necesidad (Marcuse, 1968, p.167).

Ante la búsqueda por la emancipación de la conciencia, corresponde al magisterio el reconocimiento de su emergencia como organizador de posibilidades para la construcción de nuevas relaciones sociales y percepciones políticas del mundo como un instrumento para la superación del modelo de sociedad represora en que vivimos, pues el profesor en "a la sociedad" de hecho ofrece el desafío de unirse al debate público con sus críticas, así como la oportunidad de involucrarse en una autocrítica muy necesaria en relación a la naturaleza y finalidad de la preparación de los profesores" (Giroux, 1997, p.157). La educación asume la función de formular "una comprensión dialéctica de lo que necesita y puede ser realizado en base a las tendencias de la realidad objetivamente en desarrollo" (Mészáros, 2015, p.131). En relación a esta cuestión, Mészáros (2008) afirma que:

Lo que está en juego aquí no es simplemente la deficiencia contingente de los recursos económicos disponibles, a ser superada tarde o temprano, como ya se ha invertido innecesariamente, sino la inevitable deficiencia estructural de un sistema que opera a través de sus círculos viciosos de desperdicio y de escasez. Es imposible romper ese círculo vicioso sin una intervención efectiva en la educación, capaz, simultáneamente, de establecer prioridades y de definir las reales necesidades, mediante plena y libre deliberación de los individuos involucrados (p.74).

Ante estas cuestiones, la educación y la función de la escuela necesitan ser repensadas a partir de la recuperación filosófica de la educación y su tarea de emancipación, en estos tiempos de contradicciones agudas del capitalismo es importante comprender que "la nueva imagen del magisterio y de la educación debe partir en el sentido de no reproducir en el aula las mismas injusticias y banalidades encontradas en la sociedad en general" (Silva, 1989, p.26). Por estas razones la emancipación de la sociedad es construida por la educación, ya que “la práctica política se apoya en la verdad del poder; la práctica educativa en el poder de la verdad (conocimiento)” (Saviani, 1989, p.97). Por lo tanto, el proceso de emancipación de la sociedad sólo se dará a partir de una educación comprometida con la emancipación política de los individuos para la superación de una cultura de condicionamientos y represiones para una construcción de una cultura de intercambio y respeto por la diversidad como base del aprendizaje colectivo y constante.

Conclusiones

Después del estudio realizado, se constata que el problema de construir una educación contra la barbarie a través de la actualidad y validez de las teorías de la Escuela de Frankfurt es un problema que no está divorciado de las complejas contradicciones sociales que siguen marcando la contemporaneidad. Este problema pasa directamente por un proceso de formación y legitimación de valores opresivos y discriminatorios que han sido internalizados por la sociedad occidental desde hace más de diez siglos. El estudio constata que la educación necesita asumir el papel político de reeducar a las personas a partir de una lógica de una educación que tenga como principio el respeto mutuo, la solidaridad y respeto por la diversidad como elementos fundantes de la humanidad.

Como se ha dicho Mészáros (2015) Esta es la montaña que se debe lograr, a saber, la complejidad de las relaciones que constituyen las contradicciones extremas entre la barbarie y lo que se acordó llamar "civilización" que en la práctica constituye como sociedad de consumo. Frente a este complejo de intereses socioeconómicos relacionados, el carácter teleológico de la educación está directamente relacionado e interdependiente con los intereses políticos y económicos que prevalece frente a un sistema financiero globalizado, como la comprensión de organismos como la OCDE y la UNESCO es entender la educación como única base para el perfeccionamiento para el mundo del trabajo.

Esta percepción mantiene el embrutecimiento de los problemas filosóficos y sociales de la sociedad contemporánea, porque la comprensión educativa de las relaciones sociales y la formación del sujeto es limitante, ya que sólo ve el tema como "objeto de evaluación" o como la gente que necesitan ser "ajustadas", "insertadas", o sea, conformadas al proceso de naturalización de las relaciones de poder tal como siempre fue impuesto. En este contexto, se puede observar que la mayor expropiación de las personas no sólo es la explotación de la plusvalía como fue formulada por Marx (1983), pero, fundamentalmente, la expropiación que mantiene a la conservación del estado desigual de relaciones sociales y, consecuentemente, el embrutecimiento proveniente de desigualdades está en la expropiación de la humanidad de las personas, a través de la cosificación de las relaciones humanas en favor de las relaciones de los medios de producción. La naturalización de este proceso ha sido responsable por la construcción de todo un proceso de naturalización de la barbarie y segregaciones en favor de la meritocracia. La superación de los actuales modelos de producción, que sucesivamente vienen comprometiendo los recursos naturales y la vida humana en la Tierra, necesita, primordialmente, de un proceso de transformación pedagógica que promueva la reeducación de la sociedad.

La reeducación de la sociedad se da a través de una educación comprometida con la tarea de emancipación de la conciencia social, en favor de la construcción de la equidad como alternativa al modelo liberal de política educativa que no logró superar las contradicciones sociales. Esta educación necesita ser pautada como una educación para la sensibilidad y la vida, en vez de dar formato a las personas sólo para métodos de trabajo o para ajustarse al medio social. Formar protagonistas agentes transformadores de la realidad concreta y objetiva debe impregnar el papel de una educación comprometida con la reflexión crítica de la sociedad que estará presente en las subjetividades de las personas, es la capacidad de reflexión y el conocimiento que puede ser capaz de formar personas que no sean manipulables.

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